Heraldo de Madrid - El sueño de la paz en RD Congo congrega a la multitud que acudió a ver al papa

"Que se acabe la guerra gracias a las plegarias del papa", es el deseo de Eulalie Nzinga, una mujer de 63 años que se levantó a las cuatro de la mañana para tener un lugar en la pista del aeropuerto donde el papa pronunció una misa hacia las 09H30 de la mañana.

"Estoy enferma, pero sé que como el papa está aquí, todo irá bien", contó junto a su nieta de 13 años.

La esperanza de vivir en un país en paz es una expectativa que comparten muchos de los fieles congoleños en un país donde el conflicto ha arrasado las zonas del este durante casi 30 años.

Más de un millón de personas - que agitaron banderas y bailaron - se congregaron para ver a Francisco en una misa al aire libre en Kinshasa, según cifras de los organizadores.

Tras el encuentro, muchos agradecieron la oportunidad de ver al pontífice argentino. "Es la primera vez que veo a un papa", dijo Princylia Kitambala, de 17 años, que afirmó que le contará a sus nietos sobre este día.

Christo Mimpu, un ingeniero de 25 años, contó que para él fue importante "rezar con el papa para pedir paz en el este del país".

Adeline Babwiriza, de 53 años, que es originaria de la ciudad de Goma en el este, llegó a Kinshasa para orar por su familia y por el retorno de la paz a su región natal. "La oscuridad no va a reinar para siempre", dijo.

- "No ceder a las divisiones" -

República Democrática del Congo es un empobrecido país de África Central, que está consagrado como laico en su constitución. Pero la tradición impuesta durante la colonización belga marcó la sociedad.

Según estimaciones, cerca del 40% de la población es católica, en un país donde viven 100 millones de personas. En tanto cerca de 35% son protestantes, 9% son musulmanes y 10% pertenecen a un movimiento cristiano local denominado Iglesia kimbanguista.

Miles de personas comenzaron a llegar al aeropuerto de Ndolo el martes en la noche en vísperas de la misa.

Al amanecer, otros comenzaron a llenar las calles de Kinshasa, una magápolis de 15 millones de habitantes, bajo un sol resplandeciente, que luego se volvió abrasador.

Muchos se mojaron el rostro o se abanicaron con el programa del la misa para resistir el calor. En el lugar hubo trabajadores de primeros auxilios y ambulancias que tuvieron que evacuar a un hombre de unos 60 años que sintió malestares.

Desde una enorme plataforma climatizada, el papa realizó una homilía en italiano que fue traducida al francés, el idioma oficial de la República Democrática del Congo.

El papa predicó la paz e invitó a los fieles a "no ceder a las divisiones".

El arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo, habló después e hizo un llamado a que haya elecciones "libres, transparentes, inclusivas y pacíficas", a lo cual la multitud respondió con aplausos.

El país tiene programado celebrar elecciones presidenciales el 20 de diciembre y la Iglesia Católica sigue teniendo un peso importante.

El presidente congoleño Felix Tshisekedi y miembros de la oposición asistieron a la misa.

B.Roman--HdM