
Hungría se prepara para celebrar la Marcha del Orgullo pese a la prohibición del gobierno

La capital de Hungría se prepara este sábado para celebrar una multitudinaria marcha del Día del Orgullo, prohibida por el gobierno y convertida en un desafío al primer ministro ultraconservador Viktor Orban.
Más de 35.000 personas están llamadas a participar a partir de las 14h00 (12h00 GMT) en la manifestación, cerca del ayuntamiento de Budapest.
Orban quiere evitar las imágenes de represión violenta y el viernes descartó cualquier intervención de las fuerzas de seguridad. Pero al mismo al tiempo amenazó a gays, lesbianas y transexuales con consecuencias legales.
Toda Europa tiene la mirada puesta en este país de 9,6 millones de habitantes. Bruselas ha condenado la prohibición, una regresión inédita de los derechos LGTB+ en la Unión Europea.
La comisaria europea de de Igualdad, Hadja Lahbib, viajo a Budapest el viernes porque, dijo, es su "deber" apoyar a las personas LGTB+.
Lahbib compareció junto a los organizadores y al alcalde de la ciudad, Gergely Karacsony, del partido ecologista, que mantuvo la Marcha argumentando que un evento municipal no necesita autorización del gobierno.
Viktoria Radvanyi, la presidenta de la Marcha de Budapest, que celebra su 30ª edición, teme que la prohibición tenga un efecto dominó en países como Eslovaquia, Rumanía o Bulgaria, donde donde los derechos de la comunidad LGTB+ siguen siendo frágiles.
"Este año, la Budapest Pride no es solo una fiesta, es una toma de posición internacional fuerte", afirma.
Treinta y tres países apoyaron la Marcha pero el ministro de Justicia húngaro advirtió a los diplomáticos en la capital que si participan en un evento prohibido tendrán que asumir las consecuencias.
Al menos 70 eurodiputados han anunciado su presencia.
- "Intimidar a la gente" -
Las autoridades han instalado cámaras a lo largo del recorrido dotadas con sistemas de reconocimiento facial.
El gobierno advirtió que las multas pueden llegar hasta 500 euros (585 dólares) y que organizar una marcha prohibida o llamar a participar en ella puede ser castigado con hasta un año de prisión.
Según el analista político Daniel Mikecz, el gobierno intenta "intimidar a la gente" y no tiene en cuenta que la prohibición de la marcha viola los tratados europeos firmados por Hungría cuando se unió a la UE, en 2004.
El gobierno asegura que los menores no deben estar expuestos a la homosexualidad y la transidentidad o a lo que califica de "depravación".
El ejecutivo húngaro aprobó en marzo una ley que prohibir marchas como las del Orgullo y también enmendó la Constitución para restringir los derechos LGTB+, en nombre de los derechos de los niños.
Los contramanifestantes de extrema derecha también han obtenido permiso para marchar en el mismo lugar.
"Viktor Orban está utilizando una receta probada antes de las elecciones legislativas del próximo año", inspirada en parte por el presidente estadounidense Donald Trump, asegura Mikecz.
Según una encuesta de Ipsos en 26 países publicada este mes, solo el 30% de los húngaros apoyan la idea de que las personas LGBT+ pueden asumir su orientación sexual o identidad de género en cualquier circunstancia.
Antes de que Viktor Orban llegara de nuevo al poder en 2010, Hungría era uno de los países más progresistas de la región
La homosexualidad había sido despenalizada a principios de la década de 1960 y el unión civil entre cónyuges del mismo sexo fue reconocida en 1996.
Pero Orban ha cambiado gradualmente la situación.
Las marchas del orgullo se suelen organizar en junio, para conmemorar los llamados disturbios de Stonewall, ocurridos en Nueva York el 28 de junio de 1969 tras una redada de la policía en un bar gay.
D.Prieto--HdM