Heraldo de Madrid - La firma Casablanca eleva la moda callejera a espectáculo total en París

"Venus as a Boy" ("Venus como un chico") es un éxito de la artista islandesa de los años 1990, una época que inspira a Tajer, aunque sin despertarle nostalgia.

"'Venus as a boy' es el apodo que me daban mis amigos, habla de un hombre que mira la vida a través de la belleza", explicó a la AFP este diseñador en pleno auge, de quien se rumoreaba hace tres años que podría convertirse en director de colecciones de Kenzo.

Tajer hace de los estampados chillones, con flores, columnas griegas o cenefas de estilo clásico su marca de estilo, pero no es lo único.

En el gran Circo de Invierno de París se pudo ver ajustados vestidos de cóctel rojo sangre, esmóquines para hombres y mujeres y blusas semitransparentes, pegadas al cuerpo, con pedrería.

Destacó un minivestido negro azabache, con una delicada franja de pedrería incrustada a la altura de los senos.

U otro minivestido blanco con capucha y unas sandalias de la marca Ancient Greek Sandals, que colaboraron para esta colección con el diseñador.

Casablanca nació en 2018 por un lado como el producto de la obsesión de Charaf Tajer con la arquitectura, que estudió, y su avidez por la vida nocturna, tras años regentando un club disco en París.

Decenas de bailarines sentados detrás de la pista del circo donde desfilaban los modelos intepretaron una ingeniosa coreografía con las manos, a las órdenes de Sadeck Berrabah.

"Para nosotros, cada colección es todo un vestuario. La idea es que desde el pijama hasta el esmóquin, todo esté representado", explicó el creador.

El hombre Casablanca desfila equipado de bolsas de tenis; la mujer, con zapatos de tacones y medias hasta la rodilla.

Si tiene que salir para una velada, puede escoger entre el anorak plateado o una amplia capa cerrada con un broche que la envuelve como una flor.

N.Calero--HdM