
La UE despliega medidas para "salvar" su sector del acero

La Unión Europea presentó el martes propuestas para duplicar los aranceles a la importación de acero, imitando al presidente estadounidense Donald Trump en un intento por proteger a la industria del bloque, que atraviesa dificultades, de la competencia china de bajo costo.
Para hacer frente a la competencia china considerada desleal, Europa reducirá "a la mitad" las cuotas de acero que pueden importarse sin pagar aranceles, anunció el vicepresidente de la Comisión, Stéphane Séjourné, en un mensaje publicado en X.
Además, a las importaciones que superen esas cuotas se les duplicarán los aranceles, que pasarán "del 25% al 50%", precisó Séjourné.
De este modo, alcanzarán niveles similares a los impuestos por Estados Unidos y Canadá, según las propuestas de la Comisión, que deberán validar los 27 países miembros de la UE y el Parlamento Europeo.
- "Al borde del colapso" -
Este nuevo plan para "salvar nuestras acerías y empleos", según Séjourné, sustituirá a la "cláusula de salvaguardia" establecida en 2019 por la UE para ayudar a los productores europeos, que expira a mediados de 2026.
"La industria siderúrgica europea estaba al borde del colapso. La protegeremos para que pueda invertir, descarbonizarse y volverse competitiva", había prometido previamente el vicepresidente de la Comisión, que detallará estas medidas el martes en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo.
La UE está negociando en paralelo con Washington una exención de los aranceles al acero europeo, con el fin de que Washington y Bruselas se apoyen mutuamente para resistir a la presión de China.
- Industria desestabilizada -
Las cifras hablan por sí solas: el año pasado, China fabricó más de 1.000 millones de toneladas de acero, es decir, más de la mitad de la producción mundial, muy por delante de India (149 millones), Japón (84 millones) y Estados Unidos (79 millones), según datos de la organización profesional World Steel.
En comparación, los países europeos quedaron mucho más rezagados: Alemania solo produjo 37 millones de toneladas, España 12 y Francia menos de 11.
La industria europea lleva años fuertemente desestabilizada por la competencia de las fábricas chinas, que reciben muchas subvenciones.
Y también sufren por las enormes capacidades de producción del gigante asiático, que hacen que los precios mundiales bajen.
Junto con la subida de los precios de la energía provocada por la guerra en Ucrania y la débil demanda en Europa (que refleja las dificultades de sectores como el automovilístico o el de la construcción), estas prácticas que la UE considera desleales han sumido en números rojos a las acerías europeas.
Como resultado, estas últimas están multiplicando los planes sociales y los cierres de plantas, lo que hace temer una reacción en cadena en un sector que aún cuenta con 300.000 empleos directos y 2,5 millones indirectos en la UE.
En Alemania, el conglomerado Thyssenkrupp incluso está considerando vender su división de acero a la india Jindal Steel, mientras que en Francia, ArcelorMittal acaba de suprimir 600 puestos de trabajo y amenazó con abandonar un importante proyecto de descarbonización.
L.Herrero--HdM