Heraldo de Madrid - Trump vuelve al G7 en cumbre marcada por el conflicto irano-israelí

La reunión de tres días en la localidad de Kananaskis supondrá el regreso al ruedo diplomático de Trump, que desde que comenzó su segundo mandato, a finales de enero, ha sacudido el tablero internacional con su intento de imponer nuevas reglas.

El republicano llega a Canadá a pesar haber menospreciado a su vecino del norte con sus constantes llamados a que se convierta en el estado 51 de Estados Unidos.

Las tensiones bilaterales se han relajado desde abril, cuando Mark Carney sustituyó como primer ministro canadiense a Justin Trudeu, apreciado en el escenario mundial pero por quien Trump no ocultaba su desprecio.

Carney diseñó este encuentro para tratar de limar asperezas entre siete de las economías avanzadas del mundo: Alemania, Canadá, Francia, Italia y Reino Unido Japón y Estados Unidos.

Pero si el encuentro ya estaba repleto de temas espinosos, los líderes tendrán que lidiar ahora con la campaña militar de Israel para acabar con el programa nuclear de Irán, a la que Teherán respondió lanzando cientos de misiles y aviones no tripulados contra suelo israelí.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inició esta ofensiva a pesar de que Trump le había pedido públicamente que no usara la fuerza ya que Estados Unidos estaba en negociaciones con Irán para poner fin a su controvertido plan de armamento nuclear por la vía diplomática.

Trump no dudó luego en elogiar los ataques de Israel, principal aliado estadounidense en Medio Oriente, a la vez que pidió a ambas partes "llegar a un acuerdo".

El republicano se verá las caras con los otros líderes del G7, que mantienen posiciones contrarias sobre el conflicto.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido moderación y ha instado a Irán a reanudar las conversaciones con Estados Unidos, al tiempo que ha culpado a Teherán de la escalada de tensiones por su programa nuclear.

Japón, aliado histórico de Irán, denunció los ataques de Israel como "completamente inaceptables e lamentables".

- Zelenski y Sheinbaum entre los invitados -

Otro de los conflictos a tratar en Canadá será el de la invasión rusa en Ucrania, que lleva más de tres años. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, está entre los invitados y espera hablar con Trump, quien lo ridiculizó públicamente durante su reunión en la Casa Blanca el 28 de febrero.

Al regresar a la Casa Blanca, el presidente estadounidense esperaba que Ucrania hiciera un acuerdo rápido con Rusia, pero su frustración ha aumentado después de que el mandatario ruso Vladimir Putin rechazara las peticiones de Estados Unidos para una tregua al menos temporal.

Trump habló por teléfono con Putin el sábado sobre el conflicto entre Israel e Irán y Ucrania.

Pero no se espera que ninguno de estos temas figure en el comunicado conjunto del G7. Carney, en cambio, solo busca declaraciones sobre asuntos poco controvertidos, como la mejora de las cadenas de suministro.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también habló por teléfono el sábado con Trump y le pidió presionar más a Putin para detener la guerra en Ucrania. También expresó su esperanza de que se avance en las negociaciones por las tarifas aduaneras del gobierno de Trump.

Al imponer aranceles de al menos el 10% a la mayoría de los productos que ingresan a Estados Unidos, Trump ha amenazado al mundo con una desaceleración económica general.

Josh Lipsky, experto en economía internacional del centro estadounidense Atlantic Council, espera que los aliados de Estados Unidos anden con pies de plomo con los aranceles, ya que la experiencia previa demuestra el "enorme riesgo" que corren si presionan demasiado a Trump.

"Si hicieran un planteo colectivo, creo que el tiro les saldría por la culata", dijo.

Además de Ucrania, los invitados a la cumbre que comienza el domingo incluyen a México, India, Sudáfrica y Corea del Sur.

Con la presencia de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, Canadá ha logrado reunir a los tres aliados del acuerdo de libre comercio de Norteamérica, T-MEC, recientemente cuestionado por Trump.

Esto podría permitir a los líderes iniciar un diálogo sobre sus relaciones económicas. Pero Ottawa no espera grandes avances sobre ese tema durante la cumbre, según una fuente del gobierno canadiense.

G.Campos--HdM