Trump estaría "feliz" de trabajar con los demócratas en plan de salud si termina el "shutdown"
El presidente Donald Trump dijo que estaría "feliz" de negociar un trato sobre programas de salud con los demócratas, pero pidió primero reabrir el gobierno federal, que entró en su segunda semana de cierre.
Con el gobierno estadounidense sin dinero desde el miércoles pasado, los demócratas del Senado bloquearon por quinta vez un proyecto de ley de financiación temporal aprobado por la Cámara de Representantes el lunes por la noche.
"Estoy feliz de trabajar con los demócratas en sus fallidas políticas de salud o cualquier otra cosa, pero ellos deben primero permitir que el gobierno reabra", escribió Trump en su plataforma Truth Social.
Para resolver la crisis, los republicanos proponen una prórroga del presupuesto actual hasta finales de noviembre, mientras que los demócratas insisten en aumentar la financiación de programas de seguro médico para la población más desfavorecida y revisar los recortes a programas de salud aprobados como parte de la "Grande y hermosa ley" presupuestaria de Trump.
La postura firme adoptada por los demócratas marca un raro momento de influencia para el partido opositor cuando Trump y sus fieles republicanos controlan cada rama del gobierno.
Los republicanos necesitan persuadir a suficientes senadores demócratas para alcanzar el umbral de 60 votos, de 100 necesarios para superar el bloqueo.
Insisten en que para negociar, los demócratas deben ceder primero y que cualquier debate sobre los servicios de salud debe ocurrir después de que se reabra el gobierno.
Trump hizo eco a esta exigencia en sus redes sociales el lunes, pero pareció estar dispuesto a futuras negociaciones.
- El impacto del cierre -
Los empleados federales son los más afectados por el cierre. Además de las amenazas de despidos del presidente, cerca de dos millones de funcionarios no podrán cobrar su sueldo hasta que el Congreso apruebe un presupuesto.
La Oficina Presupuestaria del Congreso, de carácter no partidista, estimó que la ley de Trump que promulgó el 4 de julio, dejaría sin cobertura sanitaria a 11 millones de estadounidenses, principalmente a través de recortes al programa Medicaid para familias de bajos ingresos.
Esa cifra se sumaría a los cuatro millones de estadounidenses que, según los demócratas, perderán la cobertura sanitaria el próximo año si no se prorrogan las subvenciones del seguro médico Obamacare. Otros 24 millones de estadounidenses verán duplicadas sus primas de salud.
Más temprano el líder de la minoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer retó al presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, a empezar las conversaciones sobre los planes de salud inmediatamente.
"Si habla en serio sobre bajar los costos y proteger los servicios de salud de los estadounidenses, ¿por qué esperar?", dijo Schumer en X. "Los demócratas están listos ahora".
Los republicanos argumentan que las subvenciones sanitarias que expiran no tienen nada que ver con mantener el gobierno abierto y pueden tratarse por separado antes de que termine el año.
A medida que el cierre avanza, la Agencia de Protección Ambiental, la NASA y los departamentos de Educación, Comercio y Trabajo han sido los más afectados por la suspensión de personal durante el cierre.
Los departamentos de Transporte, Justicia, Seguridad Nacional y Asuntos de Veteranos se encuentran entre los que menos efectos negativos han sufrido hasta ahora, según los planes de contingencia de cada organización.
El cierre actual, también conocido como "shutdown", iniciado hace seis días, está lejos aún de alcanzar el récord que se produjo de diciembre de 2018 a enero de 2019, durante el primer gobierno de Trump, un cese de 35 días.
El presidente republicano está implementando una estrategia de "máximo sufrimiento" hacia la oposición, según algunos observadores, incluida la congelación de fondos federales para estados demócratas.
K.Sosa--HdM