
Farmacia natural: el sorprendente instinto curativo de los animales

En el campus de Ciudad de México, los roselinos recolectan colillas de cigarro para desinfectar sus nidos, aprovechando el efecto repelente de la nicotina contra las garrapatas.
Este comportamiento, estudiado por dos ecólogas de esta universidad, es un ejemplo de medicación animal, un fenómeno que ha ganado atención científica.
La hipótesis de que los animales podían curarse a sí mismos, demostrada científicamente por primera vez en los años 1980 por un primatólogo estadounidense, fue durante mucho tiempo "muy controvertida", recuerda el biólogo Jaap de Roode, de la Universidad Emery, en Atlanta (Estados Unidos).
"Muchos científicos pensaban que los animales no eran lo suficientemente inteligentes: ¿Cómo podrían saber hacerlo?". La respuesta es "que no necesitan saberlo", explica el biólogo, que publica este miércoles en Francia "Nuestros mejores médicos: cómo las hormigas, las mariposas, los elefantes... se curan desde hace millones de años".
De Roode toma como ejemplo a la diminuta polilla tigre Isabella. Cuando está infestada por larvas de mosca, esta oruga de aspecto velloso comienza a consumir plantas que contienen alcaloides, un veneno mortal para sus parásitos. Simplemente posee receptores gustativos que responden más intensamente a los alcaloides cuando está infestada.
"No necesita saber que está enferma, ni qué son los alcaloides o que comerlos la va a curar. Su cuerpo simplemente le dice 'está bien, come más'", detalla el investigador. Un comportamiento "innato" inscrito en sus genes y fruto de la evolución.
Otros comportamientos se aprenden por asociación. Así como "aprendemos de nuestras experiencias", por ejemplo evitando instintivamente un tipo de alimento que nos provocó una intoxicación, los animales recordarán haberse sentido mejor tras consumir una planta específica y la volverán a comer cuando sientan un síntoma similar.
En especies sociales, como los chimpancés, estos comportamientos pueden deberse en parte a la imitación. "Un individuo encuentra un método y los demás lo copian", continúa De Roode.
Aprender más sobre cómo se curan los animales "tiene muchos beneficios" para los humanos, estima el biólogo.
Como ayudar a la industria farmacéutica moderna a producir medicamentos y tratamientos, como lo hicieron investigadores japoneses que, al observar a gatos revolcarse en nepeta, descubrieron que esta planta aromática contenía un compuesto químico que los protegía de los mosquitos.
O.Rivas--HdM