La remodelación de la Casa Blanca de Trump continúa con el Baño Lincoln
Demoler el Ala Este de la Casa Blanca parece que no fue suficiente para Donald Trump: el presidente estadounidense presentó el viernes el Baño Lincoln renovado con mármol y oro, otro cambio en la histórica residencia.
La versión anterior, de unos 80 años de antigüedad, tenía azulejos verde pálido y luces fluorescentes, según una fotografía publicada por Trump en su red social Truth Social.
Pero ahora cuenta con grifería y espejos dorados, además de lujosas paredes de mármol blanco y gris, como reveló Trump en más de una veintena de fotos publicadas.
"Renové el Baño Lincoln de la Casa Blanca. Fue remodelado en la década de 1940 con azulejos verdes de estilo art déco, lo cual era totalmente inapropiado para la época de Lincoln", escribió Trump en Truth Social.
"Lo hice con mármol estatuario pulido en blanco y negro. Esto era muy apropiado para la época de Abraham Lincoln y, de hecho, podría ser el mármol original", agregó.
Esto ocurre pocos días después de que Trump generara controversia al demoler toda el Ala Este de la Casa Blanca en octubre para construir un nuevo y gigantesco salón de baile de 300 millones de dólares. La renovación del baño, sin embargo, es la primera gran obra realizada en la residencia presidencial.
El Baño Lincoln se encuentra cerca del Dormitorio Lincoln, una habitación ornamentada en el segundo piso de la mansión donde reside el presidente de Estados Unidos.
El Dormitorio Lincoln solía ser la oficina y sala de gabinete del difunto presidente, y fue rebautizado en 1945 cuando el presidente Harry Truman ordenó que se colocaran allí muebles de la época de Lincoln, según la Asociación Histórica de la Casa Blanca.
El magnate de Tesla y SpaceX, Elon Musk, afirmó haber dormido en el Dormitorio Lincoln en varias ocasiones por invitación de Trump cuando dirigía el Departamento de Eficiencia Gubernamental, encargado de reducir costos.
Trump, un multimillonario promotor inmobiliario de 79 años, se ha embarcado con entusiasmo en una serie de proyectos de renovación y construcción desde su regreso al poder, que muchos críticos han tachado de mal gusto.
El mandatario llenó el Despacho Oval de decoración dorada, cambió el césped del Jardín de las Rosas por un patio pavimentado y colocó dos enormes mástiles en los jardines norte y sur de la Casa Blanca.
R.Parra--HdM