
La esposa del presidente del Gobierno español no acude a la citación del juez en un caso de supuesta malversación

Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, no acudió este sábado al juzgado, para la que era su quinta citación en el marco de un caso de supuesta malversación de fondos públicos, alegando que estaba autorizada a ello, indicó una fuente judicial.
Begoña Gómez debía comparecer ante el juez Juan Carlos Peinado este sábado a las 18H00 (16H00 GMT) pero ni ella ni los otros acusados acudieron al tribunal, donde se debía concretar su imputación por malversación, una decisión que es susceptible de ser recurrida.
El juez Juan Carlos Peinado considera que una funcionaria contratada por la oficina del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trabajó para Gómez en sus actividades privadas, lo cual constituiría malversación de fondos públicos.
Ni Gómez ni la funcionaria Cristina Álvarez ni Francisco Martín Aguirre, quien la habría contratado cuando trabajaba en la Presidencia y ahora es el delegado del Gobierno en Madrid, acudieron a la citación este sábado. Los tres estuvieron representados por sus abogados.
Se justificaron alegando que "en la comparecencia tan sólo se van a concretar los términos de tal imputación y siempre ante la presencia de su letrado. La presencia del imputado no es indispensable".
Tanto la Fiscalía como los abogados de la defensa solicitaron el archivo del caso, explicando que los imputados no son funcionarios públicos.
El juez debe comunicar su decisión en los próximos días.
Al comparecer ante el juez Peinado el 10 de septiembre, Gómez negó tajantemente haber incurrido en malversación, afirmando que de forma "puntual" pidió a Álvarez "enviar algún mensaje", pero insistió en que esta última "nunca" la ayudó en sus actividades profesionales.
Aparte de este caso, el magistrado también indaga desde abril de 2024 si Gómez se aprovechó del cargo de su marido en sus negocios privados, con lo que podría haber cometido delitos de corrupción y tráfico de influencias.
Esta causa provocó un fuerte pulso entre la fiscalía, que pidió cerrarla, y el juez, y generó irritación en Pedro Sánchez, quien mantuvo al país en vilo por varios días al debatirse si renunciaba, lo que al final no hizo.
A principios de septiembre, el dirigente socialista acusó a algunos jueces de estar "haciendo política", al ser preguntado sobre los casos judiciales que involucran a varios de sus allegados, incluido su hermano, y afirmó que parten "de denuncias falsas".
S.Llorente--HdM